lunes, 7 de diciembre de 2009

El timbre

Después de un largo abandono, quisiera intentar retomar, hasta donde las actividades académicas y laborales me lo permitan, el adorno de la estantería de mis posturas y opiniones que configuran esta columna.

Hoy quiero comentar sobre algunas costumbres laborales, que prevalecen en las oficinas mexicanas (por lo menos del ámbito gubernamental, que es donde he trabajado en los últimos catorce años) y que se contraponen a lo que he estado estudiando últimamente respecto de las teorías de administración neo-humano relacionistas.

A manera de contexto quiero referirme a la Teoría “Y” de Douglas McGregor, que describió en su libro “El lado humano de las organizaciones”, en donde considera que al ser humano no le disgusta trabajar (al revés de la Teoría “X”) y que el control externo y la amenaza de castigo no son los únicos medios de encauzar el esfuerzo humano hacia los objetivos de la organización, sino que el hombre debe dirigirse y controlarse a sí mismo en servicio de los objetivos a cuya realización se compromete.

Dicho lo anterior, las costumbres a las que me refiero específicamente a las siguientes:

  • a) El jefe tiene al alcance de su mano un dispositivo o dos que funcionan de manera inalámbrica y con cuya acción activa un timbre cuya campanita o zumbido, dependiendo del grado de humillación que quiera infligir, llama a uno de sus esclavos empleados.
  • b) El sólo hecho de que exista ese tipo de empleados es de lo más humillante. El alto funcionario no requiere de una corte que le rinda homenaje o que le haga el trabajo y cuyos miembros sean pagados por el Estado. En algunos casos se les denomina “coordinación de asesores” o “secretaría particular” y pueden consistir, dependiendo del grado jerárquico del funcionario, de entre dos y hasta cientos de personas.
  • c) El jefe utiliza para fines personales toda la infraestructura humana y material de la institución en todos los momentos posibles. Quiero decir que “explota” a la institución lo más posible mientras dura su encargo y a veces hasta después de fenecido éste, dependiendo del grado de poder que haya logrado durante su gestión.
  • d) El método más socorrido para que el jefe logre un control asfixiante, es comunicando miedo a sus subalternos mediante el autoritarismo o la amenaza; o bien despertando su irrestricta lealtad mediante la promesa de futuros dividendos. El empleado anhela, aspira a ser como su jefe, a poderse valer del poder para satisfacer sus ansias narcisistas; a poder poseer a la tan deseada secretaria o compañera de trabajo erigiéndose ante ella como el nuevo jefe o ya “de perdis” como el favorito del jefe.

No me cuesta trabajo comprender que Secretarios de Estado tengan una agenda pletórica de eventos y que requieran de uno o dos choferes, un grupo de secretarias o funcionarios de staff que organicen sus actividades. Lo que me cuesta más trabajo es ver cómo conforman enormes grupos de gente que le hacen su trabajo. Un trabajo por el que cobra un jugoso sueldo, que a la luz de los hechos aquí vertidos, resulta inmerecido.

Pero a la descripción del mal le sigue la propuesta de remedio. La solución no está en los jefes. Si los trabajadores anhelaran educación en vez de poder, la situación sería distinta. No se dan cuenta que son manipulados por el mismo poder, ofreciéndose como zanahorias para lograr sus fines. El antídoto es no tener miedo a ser amenazados, tener educación para sentirse seguros, para conocer sus derechos y las consecuencias de los actos del jefe injusto y autoritario.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Watermelon in Easter Hay

Hacía varios años que no escuchaba Watermelon in easter hay, del maestrazo Frank Zappa. Las sensaciones que provoca la mota bien pueden inducirse químicamente al cerebro mediante los estímulos que ésta música genera. Definitivamente quiero que la toquen en mi funeral. Ya me he encargado de decírselo a todos. El fin de semana se lo pediré a mis hijos. No podría faltar un viaje al inframundo con ésta obertura.

No demoraré en programarla en la Galaxia Bombay del próximo lunes. A pesar de que he estado inmerso en el trip hop no podrá faltar ésta pieza. Allí nos vemos. No falten.

martes, 16 de junio de 2009

Dar y recibir gracias

Ayer tuve la oportunidad de recibir un agradecimiento del jefe máximo del lugar donde trabajo. Cabe mencionar que es una persona con una gran inteligencia, gran capacidad y por lo que veo y aprecio, un enorme liderazgo.

Hago tanto énfasis, puesto que –como seguramente saben- cambié de trabajo. En mi trabajo anterior recibí mucha presión, mucha falta de cooperación, pero no dejé de pasar la oportunidad de madurar profesionalmente y fortalecer las dotes de adaptabilidad y de templanza. De hecho, una querida amiga mía decía que su paso por la citada institución era “un curso intensivo de temple”. Pero bueno, al grano: resulta que a los quince días escasos de haber ingresado (allá por el 2007), tuve una reunión directiva en que funcionarios de mandos medios éramos “expuestos” por el jefe. La reunión resultó una verdadera calamidad. Uno por uno fuimos pasando por la mirada de águila del jefe. Al pasar una compañera y hacérsele una pregunta, el jefe cargó contra ella alzando la voz y lanzándole improperios. Siguió con otro compañero de probada experiencia y aplomo. Lo mismo. La verdad es que pensé: “si me hace lo mismo, renuncio en éste mismo instante”.

Afortunadamente el Hitlercito calmó sus ansias de novillero ridiculizando en público a los dos compañeros. Sin embargo, la experiencia me dejó inmóvil momentáneamente. ¿Porqué se comporta así? ¿Cómo lo habrán tratado de niño? ¿Será satisfactoria su vida sexual? ¿Quién lo trata así para que viva buscando desquite?

Tristemente durante los dos años y fracción que trabajé por allí las cosas fueron iguales o peores. Sin embargo, hay luz al final del túnel y entendí muchas cuestiones del género humano que había ya leído o inferido. Comprendí la naturaleza de la ambición, de la envidia, de la frustración; pero también encontré capacidad técnica e intelectual, afecto, amor, compasión y solidaridad.

Pero dejo tangencialmente el tema, que trataré con más profundidad en posteriores entregas. En resumidas cuentas, en esos dos años jamás recibí del jefe máximo de la institución más que groserías, desplantes o desprecio. No importa, no esperé nada de un personaje inculto, grosero e ignorante.

Dejo en este texto el testimonio de que las cosas no tienen porqué ser igual (y lo digo en todo lo ancho del sentido de la frase), lo digo como mexicano y lo digo como ser humano. Las cosas pueden ser distintas y la diferencia la hace la educación y el respeto. Ese agradecimiento que recibí ayer de alguien a quien respeto y admiro vale infinitamente más que ese otro agradecimiento que nunca llegó, a pesar de haber dejado el alma y el cuerpo en el encargo que se me encomendó. Estoy tranquilo y agradecido con la vida. Procuraré transmitir el agradecimiento. Háganlo ustedes.

domingo, 26 de abril de 2009

Galaxia Bombay


A partir del lunes 27 de abril de 2009, les invito a que escuchen el programa de radio "Galaxia Bombay" que se transmitirá desde las 10 a las 11 pm.

El programa tendrá una secuencia que oscilará entre la literatura y la música, con ocasionales intervenciones de índole política, deportiva y de opinión. 

El programa Galaxia Bombay forma parte del proyecto Ampolla Cerebral.

martes, 21 de abril de 2009

SMS = Su Majestad Satánica: El mensaje de texto.

Las siglas SMS significan Short Message Service que en español quiere decir “Servicio de Mensajes Cortos”. Se refiere a los mensajes de texto que nos enviamos entre usuarios de teléfonos celulares utilizando la tecnología GSM y que originalmente estaban ceñidos a una longitud de 128 bytes (mejorado luego a 160 caracteres).

La reflexión que quiero compartirles es sobre las particularidades de ésta tecnología de comunicación, que presenta pros y contras. Analicemos algunos:

Pros

  • Puedes poner tu celular en modo silencio y estar “mensajeándote” con alguien sin emitir un solo sonido, en un ambiente cerrado, como por ejemplo en clase, en junta, en conciertos o hasta en reuniones familiares.
  • Cuesta por lo general más barato que una llamada.
  • Tienes que ser breve y conciso.
  • El SMS es utilitario y no genera costos de larga distancia nacional (por lo menos en México).

Contras

  • Es peligrosísimo manejar y mensajear simultáneamente.
  • No permite el diálogo, sino la exposición de ideas del emisor (una o varias), quedando a la espera de confirmación.
  • A mucha gente le cuesta mucho trabajo teclear mensajes de texto y –seamos sinceros- a aquellos usuarios que tenemos problemas con la vista; a veces son un verdadero martirio.
  • Pueden existir problemas por la falta de claridad del mensaje.

Después de ésta exposición quiero detenerme para ejemplificar una serie de casos en los que se generan controversias y has problemas interpersonales.

Caso 1: A veces el mensaje no es lo explícito que la situación requiere, por ejemplo:

¿Cómo se escribe vámonos de vacaciones juntos, querido novio mío?

¿Quéeeee? Te estás confundiendo… soy tu esposo.

Es que estoy en mi clase de francés, y como tu sabes francés…..

Perdón, no me acordé que tenías clase. Pensé que era una propuesta…

En ésta situación, el receptor no está consciente del contexto en donde se está generando el mensaje y el emisor no se preocupa por explicárselo al receptor, pues lo considera obvio.

Caso 2: El receptor del mensaje ignora quién es el emisor.

Oye, es urgente, por fin se va a concretar la junta. Nos vemos a las siete y llévate el borrador.

Perdón, pero ¿quién eres? Sólo recibí el número telefónico, no te tengo en mi agenda.

Caso 3: El lector del mensaje no corresponde al receptor original. Ejemplo:

Pedro, préstame 200 pesos por favor. Necesito llevar a mi hijo urgentemente al doctor. (María es compañera de trabajo de Pedro)

Claro, te lo deposito en media hora. Faltaba más.

Gracias, eres un amor. Mañana me pongo al corriente contigo. Besos.

Clara, la esposa de Pedro, lee únicamente el último mensaje de texto y le arma una escena de celos a Pedro. Desgraciadamente, Pedro ha borrado la cadena de mensajes anteriores.

Caso 4: Mensajes de texto crípticos. Ejemplo:

oiie x qe nu noz vamz a tmar un qafeciin a un lugar pra ver xii qonozemz a unos xiikoz (cortesía de Rocío Meixueiro - me sustraigo a la traducción).

ns vms dsps (nos vemos despúes)

ns vms mñna (nos vemos mañana)

ntp (no te preocupes)

ntc (no te creas)

xa k (para qué)

En éste tipo de mensajes, n c entd ni pt mdres…..

Caso 5: Mensajes del carrier de telefonía celular que sólo generan desconfianza, por ejemplo:

Estimado usuario: hay para usted una oferta especial. Mande un mensaje de texto con la palabra “sorteo” seguido de un espacio y su nombre al 54389. Podrá ganar una tostadora y un viaje a Zacazonapan, todo pagado. Permiso gobernación 277258383-4.

Pero también hay una serie de ejemplos positivos, entre los que basta un botón:

Caso 6: Sácame del apuro…..¿si?

Necesito librarme de ésta persona que sólo me está quitando el tiempo. Por favor llámame y dime que el jefe me está buscando urgentemente. Gracias.

Enterado….

En fin, este es un tema que puede dar mucho de sí. Quiero concluir recomendándoles algunas reglas básicas para la emisión de mensajes de texto:

  1. Explica el contexto.
  2. Muchas veces el teléfono del emisor no se encuentra en la agenda del receptor. Firma siempre tus mensajes.
  3. Ten cuidado en no herir susceptibilidades por la falta de cortesía en el mensaje. Utiliza por favor y di gracias.
  4. No utilices mayúsculas únicamente.
  5. No utilices abreviaturas (grx, vdd, k, etc.) No todos las entienden.
  6. Respeta tu idioma. El español es maravilloso. No uses kien en lugar de quién, se ve horrible y denota sólo falta de cuidado.
  7. En la medida de lo posible, ten buena ortografía y utiliza puntuación.
  8. Ya hay fraudes utilizando SMS, ten cuidado.
  9. Para los generadores de tecnología. Hagan pantallas más grandes para los que tenemos problemas visuales. Pongan a nuestra disposición modos de texto con caracteres más grandes. Cuando viví en Seoul, la gente de la tercera edad utiliza celulares con pantallas realmente grandes.
  10. Utilicen las tecnologías de predicción de escritura, facilita la construcción de palabras.

El futuro de los SMS

Ya existen sistemas como los que utilizan los teléfonos tipo Blackberry, que permiten una discusión dinámica en tiempo real utilizando una tecnología similar, aunque utilizando protocolos de comunicación distintos (es una especie de chat, como el Messenger).

El futuro nos depara avances en la tecnología de las comunicaciones, pero no olvidemos que detrás de los aparatos de comunicación habemos seres humanos. Generemos prácticas de ética y conducta en las comunicaciones, para generar orden y progreso; promovamos el uso adecuado del español en las telecomunicaciones.

jueves, 16 de abril de 2009

Por fin la tan publicitada foto

En ésta fotografía aparece el galán de la oficina. Cabe mencionar que su condición se ha deteriorado bastante por su extrema afición a las tortas con tamal todas las mañanas.

Asimismo se le observa desmejorado desde su boda el pasado diciembre. Su mujer que cocina riquísimo lo ha consentido con guisos, que en su triste soltería, no probaba.

El resultado el obvio: por la actitud del inocente.


Lo malo es que las admiradoras han decrecido considerablemente.

PD.- Se ha respetado la identidad del sujeto por considerársele de alta peligrosidad. Aguas.

Desde las islas xalápagos


Tuve la fortuna de pasar las vacaciones en las islas xalápagos, al occidente del Puerto de Veracruz, bella urbe capitalina con humedad y extremas temperaturas. Se come chido.

La vista ocurre desde el Parque Juárez, en pleno centro de las islas, donde se alcanza a apreciar el Cofre de Perote, barrera limítrofe entre el altiplano central y la llanura costera del golfo. Nótese el cofrecito, que es el crestón casi rectangular en su cima.

Me gustó mucho la foto porque se aprecia lo abrupto del contorno orográfico de las cercanías de Xalapa. Una escapada suigéneris del sol, minutos antes de su ocaso.

martes, 31 de marzo de 2009

Felicidades a Ariel Vercelli

Quiero felicitar por su nota sobresaliente en la defensa de su tesis doctoral.

¡Compa, cada día más chingón ! Felicidades.

No dejen de visitar su blog: http://www.arielvercelli.org/

Like a bat out of hell

Chales, mejor lo escribo ahora que está fresquito el sentimiento. Luego me puedo arrepentir.

Podría sonar cursi, pero hoy que fue mi último día en el infierno, extraño las llamas……

Mis compañeros me hicieron una despedida. Me preguntaron que dónde, que en qué restorán fino quería yo comer.

Ni madres: los mejores momentos los pasé en la fonda del camaroncito y allí quería regresar.

Todo fue para mí un pretexto para no derretirme. Quería evitar a toda costa la despedida. Enfrentar a cada uno de ellos para despedirme tuvo que ser previo respiro una o dos veces profundamente; con un alto grado de concentración en lo bueno que es salir del infierno, descansar. Sin embargo no fue fácil.

Uta, qué difícil va a ser dejar de compartir proyectos prospectivos y ciencia ficción con León.

Que difícil será no poder ir a la oficina de junto y sumergirme en un oasis de paz en medio de tantas llamaradas maléficas, con mi tlatoani en forma de amiga.

Extrañaré ser fumador pasivo con las eclécticas conversaciones de Wiki-Rosales, compartiendo más que conocimiento.

Se me estaba haciendo costumbre –agradable costumbre- sentirme apoyado en todo por Liz.

Koma, tu sabes cuánto te voy a extrañar.

Tantos amigos talentosos de los que dejaré de aprender cada día y con los que me divertí horrores: Anita, Mally, Brenda, Angelita, Caro, Nicolás, César, Óscar, Ángel, Chayito, Alfred, Chío, Monse, Carmen, Fernando y por supuesto: Gabs y su bebé.

Gracias por su apoyo a muchos otros amigos de distintos municipios infernales de donde salí hoy: Pumita, David, Samuel, Cindy, Lulú, Claudis, Brenda (súper), Terewere, Gustavo, Osvaldo, Maye, Rox, Trini, Olivia, William, Paulino, Diana, Elenita, Isra, Soni, Oliver, Arthur, Luis Enrique, Paco, Willy (paisano), Lety Barrios, Giovanni, y un resto de banda chida que me brindó su apoyo en estos dos años por allí.

Gracias a todos.

domingo, 29 de marzo de 2009

Pena ajena

No tengo palabras para describir lo que causó en mí enterarme que un tribunal decidió exonerar a Echeverría por el genocidio del 68.

Un par de días después del hecho ignominioso, conversaba con un querido amigo argentino sobre algunos puntos de coincidencia entre mexicanos y argentinos; basados en el hecho de que ambos países habíamos sufrido voraces ataques de autoritarismo de parte de nuestros respectivos gobiernos (si bien es cierto que a los del cono sur les había ido bastante más mal).

Tuve que agachar –virtualmente- la cabeza al platicarle que habían exonerado a Echeverria. Me dio pena ajena. Sentí que le decía detrás de la frase, que nuestras autoridades judiciales pueden ser volubles hasta el punto de exonerar a personajes como Marín, Ruiz, Echeverría. No actúan ante la obviedad de las pruebas; se doblegan ante el poder.

Siempre entre mi compadre argentino y yo ha habido una tácita competencia de orgullo por poner nuestro país por delante; siento que ahora perdí. Perdí porque –independientemente de lo que pase en Argentina-, no pude demostrar la solvencia moral de nuestro país. Yo sé que las decisiones de la corte no reflejan el sentir de millones de mexicanos; pero en teoría representan al país. Imagínese que el lector es una unidad en una familia de cinco miembros; en donde cuatro de ellos son ejemplares en su virtud mientras que uno de ellos es un delincuente feroz. ¿No dejaría el lector de sentirse (no apenado tal vez) sino triste?

Pues exactamente es lo que siento ahora. Ojalá en un futuro la historia nos permita rectificar como pueblo los garrafales errores de unos pocos individuos sujetos a los vendavales del poder.

Al 2 de octubre del 68, contaba yo con escasamente cuatro años y las consecuencias del acto vil me tocaron indirectamente, al igual que a muchísima gente.

Colaciónese.

domingo, 8 de marzo de 2009

Nuestra propia frontera sur

Una vez terminada de leer con detalle la extraordinaria colección “México y sus fronteras”, editado por la Secretaría de Relaciones Exteriores (primera edición, 2006), con la colaboración de importantes historiadores e investigadores de lo social; me llama una reflexión que deseo compartir con ustedes. 

Antes que nada debo explicar de qué consiste la colección. Se trata (hasta donde sé) de tres libros que relatan la conformación de las fronteras de México a través de los distintos períodos de la historia. Uno de los tomos se denomina “Espacios diversos, historia en común. México, Guatemala y Belice: La construcción de una frontera”; uno más se intitula “Un mar de encuentros y confrontaciones. El Golfo-Caribe en la historia nacional” y el más amplio en información es “El lindero que definió a la Nación” sobre la frontera México-Estados Unidos. 

Estos tres libros han ocupado horas apreciables de mi tiempo. Quiero comentar un detalle importante que se me escapaba hasta antes de su lectura: 

Así como los Estados Unidos se llevaron mediante la fuerza, la diplomacia o la astucia millones de kilómetros cuadrados de México, nosotros mediante técnicas muy similares, tomamos de Guatemala, mediante la firma del Tratado de Límites del 27 de septiembre de 1882, un total de 27,949 kilómetros cuadrados, que equivale a un poco más del 25 % de la extensión actual de dicho país.

Reflexión: Todo es relativo. Un enfoque chovinista nos hace odiar a los Estados Unidos por apropiarse de una gran parte de nuestro territorio, pero olvidamos el hecho de la frontera sur. Si bien es cierto que los casos no son comparables por su naturaleza histórica, el hecho quedó igualmente grabado en la memoria de nuestros vecinos guatemaltecos. Hace unos años, tuve la ocasión de vivir en Seoul, capital de Corea del Sur, durante algunos meses, en los que departí con un grupo de más de veinte latinoamericanos. Escuché un comentario burlesco de un compañero centroamericano, refiriéndose sarcásticamente del “big brother” mexicano.

Lo importante de ésta enseñanza se resume en la coloquial frase “vemos la paja en el ojo ajeno pero no vemos la viga en el propio”, lo cual nos sucede a todos; situándonos en un referencial que nos aleja de la visión del prójimo. Así, cuando nos quejamos por el tráfico; no nos ponemos a reflexionar sobre lo mal que lo pasan los vecinos que viajan por el anaranjado transporte hacinados y cansados, más que los que viajamos en auto.

Nos quejamos de lo cara que está la vida al salir del supermercado y pagar una cuenta de ochocientos pesos, sin reparar en que según una estadística que escuché en la radio hace unos días, sólo un 10 % de la población mexicana tiene ingresos suficientes para llenar el refrigerador.

No pretendo sonar conformista en medio de una crisis, sino invitar a los lectores a una reflexión de carácter profundamente humanístico, que nos hace demasiada falta en los momentos en los que vivimos de emergencia económica y de seguridad.

Es muy importante que volvamos a transmitir civilidad a nuestros hijos, a nuestros amigos, a nuestros compañeros de escuela, de trabajo. Es importante notar cómo aumentan los pequeños diferendos entre conciudadanos provocados por la desesperación, por la necesidad latente de desquitarnos de la inmensa frustración en que se ha convertido nuestra vida cotidiana.

Veamos la viga en nuestro ojo y pidamos a los nuestros que nos la enseñen y aprendamos a cargarla. La situación me recuerda a la novela “Ensayo sobre la ceguera” de José Saramago. Los mexicanos nos estamos quedando ciegos y la ceguera es contagiosa. Tú o yo podemos quedarnos ciegos de un momento a otro. No debemos permitirlo.

jueves, 19 de febrero de 2009

Atomic

Si me tardé en escribir de nuevo en el blog, fue por culpa de Atomic.

Se que crearé cierto nivel de controversia al escribir esto, pero hoy reflexioné acerca de la necesidad de sacar al exterior aquello que nos inquieta. 

Esta noche de regreso a casa –como todas las noches-, enfrentado al tráfico durante más de una hora, con el calor del motor del miniauto quemándome las rodillas; la mente viajaba a mil por hora hacia Atomic. 

Atomic: Parecida a las vertiginosas noches de mi juventud, en las que las luces del periférico discurrían raudas a ambos lados de mi cabeza mientras manejaba a toda velocidad a altas horas de la noche: así es Atomic.

Mundo real: Horas de tráfico que no avanza, con los músculos de la pantorrilla izquierda adoloridos por el continuo ir y venir del embrague. Fantaseando con la música  en mis momentos de ensueño.

Uta, me preguntarán, ¿qué es o quién es o dónde es Atomic?

Atomic es un alguien, es algo y es un lugar específico. Es con quien estuve ayer martes, es un estado de ánimo y es un lugar que visité en Los Ángeles hace un poco más de 20 años.

Cada noche me puedo conectar a/con/hacia Atomic. Ella/eso/allí se vive veloz. Se vive luminoso, se piensa/siente intenso.

No más ambigüedad. Procedo a la descriptiva:

1) El lugar

Un lobby bar en un hotel en downtown LA en 1988. Regreso de caminar muchísimo renegando del uso del transporte público en la babilónica LA. Calor, visiones apocalípticas y dinero en la bolsa; por ende, compras. Llego a la habitación donde mullidas almohadas, suaves blancas toallas de siete tamaños distintos me arropan. Me baño, bajo al lobby bar, bebo una dos tres más cervezas. Lugar a media luz, con mesitas de madera y cómodas sillas bajas. Una barra con bancos con asientos de piel. Color ámbar la piel de los bancos. Lámparas completando el ambiente y un pianista tocando jazz. Entonces llega ella despampanante alta sexy woooowwww.

I can’t believe my luck. En tres cuartos de hora –lo juro- estaba besándola en todo el cuerpo. Nacida en LA de madre nicaragüense y padre gringo hablaba español con un acentito divino. Me dolió dejar la aventura después de tres noches increíbles de las que no he tenido –salvo contadas ocasiones- otro punto de comparación.

Las calles grafiteadas, las vírgenes de Guadalupe en los muros con la condición binacional y bidimensional, las agresiones de tus paisanos residentes en EU, el Dodger Stadium y sus memorables jochos, así como la comida thai y vietnamita acompañaron las tres noches atómicas en que el hongo destructor alcanzó alturas siderales para caer lenta estrepitosa inefablemente hasta el nivel del olvido, de la petite mort.

2) La situación

Cuatro años antes en la Colonia Álamos. Amigazo del alma en la secundaria recurría a su hermana para que lo llevaran y trajeran de la escuela. Pinche güevón. Estábamos como a media hora en transporte público. Pero no, llamaba a su hermana para que en un vocho viejito lo llevaran. Qué pena, le decía al recabrón, que tu hermana te lleve. Lárgate a la chingada, yo me voy en el pesero. Y me iba. Me cae que me rogó un par de veces. No le hice caso.

Arrepentida que me dí el día que acepté el transporte hermanístico. Su hermana era un verdadero bombón. Me volví un adepto del raid vespertino desde ese preciso momento. Con tal de ver sus ojos por el retrovisor. De escucharla.

Les dará risa, apreciables lectores, pero era la época del disco samba, ridiculísimo potpourrí de Música Popular Brasilera cuya intervención era obligada en cualquier fiesta juvenil de finales de los años 70’s en Chilangolandia. Pero más ridícula era su interpretación dancística. Pero calla boca: por la hermana de mi amigo bailé ese esperpento un par de veces. Siento una especie de alegría maligna al contárselo. Alegría porque felizmente ya no volveré a bailar disco samba jamás. Nota Bene: Mejor ni digo, no vaya a ser que en estado inconveniente me atreva a semejante desfiguro en alguna otra ocasión.

Pero lo rescatable fue el momento. Retraído, cínico y antisocial como acostumbraba ser, me generó una suerte de ímpetu lineal la hermana del amigo. Y de manera específica me refiero al ímpetu como la situación que quiero expresar. Es lo más parecido a velocidad, si es que me entienden.

3) La persona

Allí viene lo difícil. Más de veinte años después el círculo se cierra. Como la mayoría de los seres humanos, maduramos, es decir que nos llenamos de responsabilidades, de cargas, aceptamos esas responsabilidades y hasta podemos decir que jugamos con ellas con poca o mucha habilidad. Esos trabajos nos llenan de kilos y nos hacen perder cabello. Una luz de pronto invade el horizonte. Ni te lo esperas. Tienes años sintiéndote que has salido de la manada, desinteresado, triste; con intereses que van más por el lado del desempeño profesional.

Y de pronto llega Atomic. Está aquí y está cerca. Tampoco lo puedo creer, como en la ocasión de LA.

Me hace sentir luz, velocidad e intensidad. Me hace ser y estar. No tengo miedo y voy por todo. Ya siento su aroma en mi ropa, en mis manos y en mi piel. Cerca.

Lo interesante es que ella evoca al lobby bar, me recuerda a la sensación que sentí al conocer a la hermana de mi amigo de la secu y en conjunto se parece mucho a lo que se llama vivir.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Lorena Jordán - Primera colaboración para la Ampolla Cerebral

No les gustó a los de la Ampolla.... así pues... se los dejo a ustedes.

Lorena Jordán

Yo voy a describírsela según mi imaginación: así de cachonda resultaría en el mundo donde decidí colocarla anoche, después de las cinco de la mañana en que terminé de leer “La voluntad y la fortuna”, espléndida novela de Carlos Fuentes.

Lorena es una mujer como de 30 a 32 años. De 1.70 m de estatura, hija menor de una rica comerciante agrícola tabasqueña, que otrora fuera la flor más bella de Paraíso, Tab., y un viajante médico regiomontano; enamorado de la madre de Lorena, cinco años menor que ella. Su hermana mayor se llama Asunta.

Lorena es, por tanto, una beldad trigueña, de largo cabello castaño, de un moreno bronceado y un centro de gravedad ubicado un palmo por debajo de su cintura de 61 cm. Ojos avellanados de un color café claro enmarcan un sensual rostro ovalado en cuya esquina inferior izquierda un lunar negro pequeño contrasta con su personalidad estrictamente profesional (licenciada en economía egresada del ITAM, con mención honorífica) en esa envoltura altamente erótica. Licenciada licenciosa. Sabrosa.

Al leer yo sobre esa inmensa traidora que es su hermana, sucumbí ante sus encantos, como Josué Nadal en la novela de Fuentes. Hoy mismo; casi veinticuatro horas después de terminarla, puedo imaginarla sonriendo mientras Ruvalcaba hace rodar la cabeza de Josué con un machetazo certero aplicado arteramente desde atrás.

Sin más detenimiento en su cara y su cuerpo; les relato mi versión de su peculiar adolescencia y de un episodio que seguramente les servirá como divertimento a los lectores del autor de Cantar de Ciegos.

Ya acusaba Lorena a sus dieciséis años un andar coqueto y grácil; aunque la diferencia de talla entre el torso y las piernas aún no conformaban al mujerón en el que convertiría: su belleza era a todas luces innegable.

Entre sus amigas figuraba una estudiante recién egresada de la secundaria, como ella, de nombre Gladys Cifuentes, hija de un profesor de la Autónoma de San Luis Potosí, donde vivían las Jordán. La materia que impartía el profesor le venía valiendo un comino a Lorena, a pesar de haberlo escuchado varias veces de la voz de su amiga, a los cinco minutos no podría repetirlo.

Cada vez que Lorena visitaba la casa de Gladys, pasaban largas horas de la tarde tomando nieve de limón en el salón, inmenso lugar donde una chimenea con accesorios vetustos y empolvados. En el cuarto contiguo el profesor repasaba la lección o calificando exámenes. Parecía un hombre viudo o soltero, pues nunca aparecía la sombra de ninguna mujer en su vida; excepto su adorada hija.

Orfebre de antiguos artes alquímicos o químico orgánico, generaba desde el calor de las retortas olores semejantes ora a azufre, a almizcle, hasta el básico sudor e inclusive al olor del semen. El profesor se escabullía en las tardes en que las muchachas veían la televisión (cabe mencionar que en dicha época en San Luis, la televisión sólo se veía desde las 2 hasta las 8 de la tarde únicamente).

El químico quería hacer oro, según una fórmula encontrada en un libro sobre alquimia que –según decía- provenía del connotado Philippus Theophrastus Aureolus Bombastus von Hohenheim, también llamado Paracelso. La interpretación del texto era una versión libre del alemán hablado en Bohemia, traducido por el mismo profesor.

Para concertar el resultado de la receta, se requería sangre de tipo B negativo para trocar los iones ferrosos de la sangre en oro, transmutando metales pesados en una mezcla infernal, revolviendo su contenido frenéticamente a una temperatura a la cual un tortillero se sentiría acalorado.

Mató a Gladys accidentalmente, al sacarle sangre. No sabía que ella tenía la enfermedad de los príncipes, la hemofilia, que es un trastorno hereditario poco común en el cual la sangre no coagula normalmente; a la primera punción que le aplicó el profesor a su hija, habiéndola drogado profusamente, sobrevino la hemorragia. Las sábanas de la muchacha quedaron nadando en sangre.

Por el oro, mató a lo que más quería. Hombre que siempre trabajó demasiado para una vida llena de penurias, a pesar de estar dotado de una inteligencia más allá de lo común. Siendo de niño muy relevante para formar su carácter, haber observado la anatomía interna del cerdo durante su matanza y posterior consumo. El matarife del cerdo había adivinado intuitivamente el ventrículo izquierdo del corazón de la bestia donde atacaría con el puñal de sacrificio. Le adivinó incluso el tiempo en que el animal moriría. No falló en nada.

Cabe mencionar que la técnica también contaba en lo que a matar se trataba. La niña no sufrió.

Soñaba cuán difícil sería matar a una persona al encontrarse con la caja torácica. En sus sueños utilizaba un estilete mejor que un cuchillo de hoja ancha, a fin de penetrar fácilmente los espacios intercostales, tal y como lo había mostrado el matarife al matar al cerdo.

Lorena testimonió el hecho; más nunca lo denunció porque secretamente quería al profesor. Le llevaría después cigarros al Centro de Readaptación Social de Tabasco (Creset), aunque Lorena viajaría con su hermana Asunta a la Ciudad de México, cuando ésta fuera rescatada por Max Monroy.

Nunca más vería al profesor.

lunes, 9 de febrero de 2009

La Madre de Dante

Hay un momento en el que -en un instante casi divino- el hombre se acerca al dios judeocristiano y se convierte en dos personas en una sola: me refiero al embarazo.

Tengo la fortuna de tener cuatro hijos que se han convertido en mi orgullo, mi admiración y mi cariño cotidiano. En alguna ocasión, una amiga me comentaba que mientras más niños menor calidad de vida. Inmediatamente le respondí pensando en lo relativo del término "calidad de vida". Si se refiere a lo estrictamente económico o material; tal vez mi amiga tenga razón. En mi caso es directamente proporcional.

En el momento que decides tener un hijo decides que a partir de ése preciso momento tu corazón deja de habitar en tu pecho y sale corriendo a convertirse en otra persona.

En ésta ocasión le envío un saludo a una amiga que está a punto de tener a su segundo crío. Le deseo toda la buenaventura y muitos parabéms, como dicen los brasileiros.

A continuación, uno de los más bellos poemas de Siquelianos, fecundo griego de inicios del siglo XX, surrealista como sus coetáneos Kazatzakis y Elitis. Les recomiendo deleitarla con cuidado, suavemente. Ojalá les guste.

La Madre de Dante
Ányelos Siquelianos

Como vacía, en su sueño le pareció Florencia,
cuando despunta el alba,
y que, lejos de sus amigas, en soledad
erraba por las calles.

Y tras ponerse su vestido nupcial de seda,
y los velos de lis,
vagaba por las encrucijadas, y en el sueño
le parecía nueva cada calle.

Y en los cerros que bañaba un aura matinal de primavera,
como enjambres lejanos
lentos y hondos doblaban los agonizantes campanarios
de las ermitas.

Y de pronto, como si se encontrara dentro de un jardín,
en el aire más blanco,
de un jardín vestido de novio, y lleno de naranjos y manzanos,
de una punta a la otra,

y mientras la arrastraban las fragancias, le pareció que se acercaba
a un alto laurel,
en el que un pavo, saltando de peldaño en peldaño,
subía hasta la cima.

Y alargaba su cuello a una y otra rama
rebosante de bayas,
y se comía una, cogía otra y la tiraba al punto
desde la rama al suelo.

Su delantal bordado, alzó involuntariamente
en la sombra, hechizada,-
y he aquí que al instante se le hizo pesada, cargada
de rizadas bayas.

Del esfuerzo del alba, reposó así un momento,
en una nube fresca-
y sus amigas, alrededor de la cama, estaban esperando
para acoger al niño.

Trad. Ramón Irigoyen.

jueves, 5 de febrero de 2009

Primera Sesión de la Ampolla Cerebral

Les recomiendo ampliamente visiten, escuchen e interactuen con la Ampolla Cerebral.


No quedarán decepcionados. Comienza esta aventura y allí estaremos publicando próximamente; estén pendientes.

Muchas felicidades a Bojalil, FrancoSimone y Omar.

Saludos

jueves, 29 de enero de 2009

Gracias a los seguidores del blog

Hola lectores:

Hoy les quiero agradecer su constante presencia en éste medio. No importa si causan polémica, si están de acuerdo o no o sólo leen. Son bienvenidos. Para eso son éstos espacios.

Sigan blogueando, that's the stuff the dreams are made of....

martes, 27 de enero de 2009

La inmediatez

Hipótesis: Existe una relación empírica que limita a los seres humanos entre dos variables, el coeficiente intelectual y la inmediatez. 

Entiéndase la inmediatez como la duración del período antes y después del momento actual en el que el sujeto tiene conciencia de la situación que le rodea. En dicho período aprende, hereda conocimiento, madura como ser humano y se desenvuelve emotiva, sicológica y sociológicamente y recuerda. 

La limitación radica en el hecho que –aparentemente- la inmediatez tiene una relación directamente proporcional con el coeficiente intelectual. 

Realicé una práctica en 45 individuos mexicanos, 23 hombres y 22 mujeres; de distinto estrato social, desde el de ingresos de 1.2 salarios mínimos vigentes en el Distrito Federal, hasta el de 18 veces el valor de referencia. 

La aplicación del nivel de inmediatez, consiste en la evaluación en el sujeto de un test de sesenta preguntas en el que aparecen las preguntas siguientes (es una muestra): 

Qué tan seguido le suceden las siguientes situaciones (conteste muy seguido, a veces, rara vez, nunca): 

1)      Olvido las llaves de mi casa en algún otro lugar

2)      Olvido la contraseña de acceso a mi cuenta de banco (NIP)

3)      Olvido el nombre de una persona que conocí hace un año

4)      No recuerdo la dirección de mi casa

5)      No recuerdo el teléfono de mi casa

6)      Cometo el mismo error que cometí el día de ayer

7)      No sé para qué era éste cuestionario

8)      No sé cómo me llamo

9)      Estudié inglés durante más de un año y ahora no puedo entenderlo ni hablarlo

10)  Estudié mi carrera durante más de cuatro años y no recuerdo ni los temas básicos

11)  Confundo los nombres de mis hijos

12)  Anoto en papeles mis tareas para el día de mañana

13)  Cuando estoy haciendo algo difícil me molesta que me distraigan

14)  No puedo hacer más de una cosa al mismo tiempo

15)  No sé dónde vivo

16)  Me equivoco al decir el nombre de la empresa u organización para la que trabajo

17)  No recuerdo el nombre de la película que fui a ver el fin de semana pasado

18)  No recuerdo qué equipo ganó la temporada anterior

19)  Desconozco el nombre de mi vecino más cercano

20)  No recuerdo el segundo apellido de mi jefe

21)  No recuerdo el segundo apellido de mi subalterno

 Como se podrá observar, las preguntas del test corresponden a distintas etapas de la inmediatez, entre las que se aprecian los rangos bajos (menores a diez minutos), los rangos medios (hasta un año) y los rangos altos (superiores a un año).

 Como complemento, a los sujetos evaluados, se les aplicó el Test IQ europeo, del cual se obtiene la siguiente gráfica:

Conclusión: Existe una relación directamente proporcional entre el grado de inmediatez y el coeficiente intelectual; no asociado al nivel socioeconómico ni al género ni a la edad.

Conclusión 2: Póngase a la brevedad a tomar conciencia de su entorno. No sea estúpido y aprenda de los errores del pasado. El que no conoce su historia está condenado a repetirla. No mame, lea más, infórmese y dedique tiempo a pensar. No sea huevón; tal conducta no le dejará nada bueno. 

viernes, 23 de enero de 2009

Una entrevista de poca madre

No mencionaré su nombre. Tampoco la organización que dirige. Pero me permito comentar la historia que viví. No alcanzo a comprender como es que gente tan pendeja llega a puestos tan altos ni como les permitimos que sigan llegando a tales niveles.

El asunto es que tuve una entrevista técnica con un proveedor fuera de mi oficina. Había un par de personas más cuando llegó el personaje en cuestión. Sin saludar a nadie, prestando únicamente atención a su teléfono celular de última generación, escuchó con cara de "apúrense que mi tiempo es oro" las explicaciones que se le daban. 

Su primera reacción fue descalificar. Estoy seguro que no entendió una palabra de lo que se le decía, pero descalificó. Eso le salió perfecto. El proveedor se puso rojo. Volteó al celular que vibraba y contestó una llamada. Salió de la habitación. Regresó al cabo de tres minutos con una cara de "bueno... ¿y luego?". Siguió la retahila técnica y de pronto: una amenaza.

La dirigió a la persona equivocada. Corrigió. Otra amenaza. Ahora sí atinó. 

Siguió sin entender hasta que dijo que sí, aunque amenazó con despedir a alguien si no funcionaba la cosa. Dijo algo medianamente congruente en todo el tiempo que duró la entrevista y se fue sin despedirse.

La moraleja del asunto es: No importa cuanto cueste la cosa. No importa para que sirva la cosa. El asunto es aprovechar cualquier mínima oportunidad para revalidar su tambaleante autoridad mediante la amenaza. No importa el conocimiento técnico ni administrativo. Las decisiones se toman con las nalgas. No hay planeación alguna. 

Por eso estamos como estamos. ¿Pero de quién es la culpa? De nosotros por permitirlo. 

Historias como estas se repiten por todos lados, excepto en mi oficina, claro.

domingo, 18 de enero de 2009

Vean al sol, el primero

A unos cinco minutos en auto de la casa de ustedes (así se dice en México al referirse a la casa propia) está el Bosque de Tláhuac. Ayer me di una vuelta en el momento perfecto: entre las once y las catorce horas. Después de una mañana gélida –a la que estamos los chilangos desacostumbrados-, pude ir a un safari botánico con los pequeños. La idea sonaba aburrida, pero pronto tornóse divertida, al encontrar las instalaciones casi vacías y con un mínimo de gente recorriendo el bosque. 

Tuvimos oportunidad de caminar alrededor de dos horas buscando plantas, hojas y raíces de distintas formas. En realidad gocé mucho el paseo. No había prisa; el clima era agradable y estaba yo bien acompañado. 

El motivo de la reflexión que les quiero compartir es el siguiente: Se encuentran tan cerca de nosotros satisfactores tan simples de acceder y tan completos en lo que nos brindan como los que les acabo de describir. 

Ya Jodorowsky en su “Cabaret místico” cuenta el siguiente cuento:

A un buscador de la verdad le cuentan que existen flores que brillan tanto como el sol. Comienza infructuosamente a buscarlas. Se le convierten en una obsesión. Durante años recorre el planeta rastreando esas luminosas flores sin encontrar ninguna. Decepcionado, convencido de que no existen, se sienta al borde de un camino con la decisión de ayunar hasta morir de hambre. Al cabo de unos días ve pasar a un viejo campesino llevando en sus brazos un enorme ramo de flores que brillan tanto como el sol. Asombrado, le pregunta:

-Dígame, buen hombre, ¿Cómo puede usted encontrar tantas de estas flores cuando yo, a pesar de haber recorrido el mundo entero, nunca las vi?

-Muy fácil –responde el viejo-: por la mañana, apenas me despierto, miro fijamente al sol. Luego, veo estas flores por todas partes.

De allí que resulte tanto más sencillo modificarse uno mismo que modificar al entorno que nos rodea.

Sé que no es fácil la tarea. Viene inmediato a mi mente el trabajo que ocupa mis entresemanas, en donde el difícil ambiente laboral opaca el sol continuamente, pero hay elementos suficientes para verlo a través de las nubes de polvo y niebla densa, gris y oscura.

Aprovecho para comentar mi intento de ingreso a la prestigiosa revista electrónica “Ampolla Cerebral”. A ver qué tal me va. Léanme allí próximamente.

domingo, 11 de enero de 2009

Las siete leyes de la Torta

La Torta es una persona. Corrijo: es un miembro del género humano. No se conoce su verdadera identidad, pero está allí. Puede ser tu suegra, tu vecino o vecina, tu esposa o esposo, tu compañera o compañero de trabajo. Se denomina Torta porque tiene forma de torta, cara de torta o nalgas de torta. Puede tener características como las que se describen a continuación. Son enunciativas más no limitativas.

1.- La única forma de establecer la verdad absoluta sobre cualquier tema consiste en repetir insistentemente "ahí está" sin escuchar lo que el interlocutor dice.
2.- Cuando se trata de situaciones en que debería privar la civilidad o el bien de terceros, primero yo, luego yo y después yo. Si sobra algo de tiempo, pues yo.
3.- La razón de existir de la Torta es llevar la contraria. Es capaz de atentar contra la Torta misma con tal de llevarte la contraria.
4.- Para la Torta no hay nada más terrible que admitir que uno se ha equivocado. Bueno, sí hay algo bastante más nefasto: pedir disculpas.
5.- El valor estético de la Torta consiste en el amontonamiento. Le gusta ir a lugares donde hay mucha gente, le gustan los enormes montones de trastos sucios, de ropa sucia, de basura, etc.
6.- La torta es bastante elemental: reacciona mediante el hígado, el estómago o el sexo. Casi no usa la neocorteza.
7.- La única forma de poder tratar con una torta es entenderla. No puede escucharte, no puede razonar, no puede negociar, no concede nada. Sólo pide, exige y se enoja. Compréndela; recuerda que la Torta no pidió nacer ni estar donde está. Tu le das el valor del cual se apropia rápidamente.

Cuidado. Mucho cuidado. La tortez es una cualidad altamente contagiosa.

sábado, 3 de enero de 2009

El Hablador de Vargas Llosa

Siempre me he considerado un asiduo lector de Mario Vargas Llosa. Desde mi adolescencia cuando cayó a mis manos "La tía Julia y el escribidor" me encantó su prosa llana, de fácil lectura, altamente intimista y con un denominador común que le reconozco en unas seis o siete novelas que le he leído: la amazonia peruana.

Carajo que dan ganas de adentrarse en los húmedos y selváticos territorios de Madre de Dios y dominados por el Urubamba, hasta los mosquitos se sienten.

Acabo de terminar -y de heredar a mi hija Rocío, lectora en ciernes-, la novela "El Hablador" y como las anteriores, me encantó. Se trata de una obra en contrapunto. La vida de Saúl Zuratas "Mascarita" como le llaman por su enorme lunar morado que le oblitera media cara, machiguenga por convicción y judío por biología, es una obra maestra. Nos muestra lo que al final todos queremos hacer: lanzarnos de cabeza a lo que queremos con toda el alma. Ni más ni menos.

Saúl vive hasta terminada la universidad en Lima, y vacaciona donde los machiguengas, incursionando de tal manera dentro de la vida y la mitología de ésta interesante etnia nómada del amazonas, hasta convertirse en uno de ellos. La liga que le retiene con el mundo criollo es su anciano padre, que al morir, le libera de su ya pesada carga. Abandona todo -si, todo- y se vuelca al mundo machiguenga y no como un miembro cualquiera, sino como un "hablador", figura en la que se combina el cantar de gestas, el noticiero, el maestro y hasta el sacerdote.

Amén de la descripción de la novela, que les invito que lean, quiero destacar el hecho que me cautivó y que repito: durante determinados períodos de la vida de una persona, se enfrenta a decisiones que confrontan el genuino gusto o pasión por algo con valores éticos, morales o tabús establecidos. Sé de propia mano y de cercanos míos que en un alto grado se opta por la segunda alternativa. La cultura alienada en que vivimos nos educa en una ética agachona, sumisa, fácil de manejar y de mínimo cambio. Ésto no significa que sea lo más adecuado para alguien específico. Saúl Zuratas se entrega al mundo machiguenga a sabiendas de lo que hará, del rol que jugará dentro de su sociedad y se entrega al papel con tal perfección y conocimiento de causa, que los mismos machiguengas lo consideran uno de ellos sin vacilación.

En resumen: para mi juicio es muy destacable la forma de hacer las cosas. Trascenderá de igual forma un profesor, un atleta, un padre de familia, un artista, un político o un comerciante.

Muestra Gastronómica en Xalapa


Les contaré que pasé mis vacaciones (la mayor parte de ellas) en la Ciudad de Xalapa-Enríquez, capital del Estado de Veracruz, escuchando por todos los medios posibles (radio, televisión, periódicos, espectaculares, folletos) propaganda del “Tío Fide”. Vaya que tiene dinero el Gobierno del Estado. Me enteré que recortó y en muchos casos nulificó períodos vacacionales para entregar la flamante 3ª parte de su trinqueteado Plan de Desarrollo. Se nota por ésta acción que planea bien las cosas.

Sin embargo, no les importunaré con tales estupideces. Les contaré de una de las experiencias allí vividas. Caminaba por una de sus empinadas calles, a la hora en que arrecia el hambre, cuando de pronto vi una muestra de la gastronomía xalapeña: “periquito al vino” el platillo vale 85 pesos por si les interesa. Lo pueden degustar en Av. Revolución, Colonia Centro, Xalapa, Ver. (Cerca de la veterinaria). Es un platillo extremadamente delicioso, puede ser al vino tinto o blanco, recomendándose ampliamente éste último por ser el periquito carne blanca.

Saludos.

 
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